LA PESTE – Albert Camus

“He comprendido entonces que yo, al menos, no he
cesado de ser un apestado durante todos estos largos años
donde sin embargo, con toda mi alma, creía luchar contra la
peste. He aprendido que yo había, indirectamente,
condenado a muerte a miles de personas, que yo había
incluso provocado estas muertes, encontrando buenas las
acciones y los principios que fatalmente la habían
desencadenado. Los demás no parecían molestos por esto o
por lo menos no hablaban nunca espontáneamente. Yo
tenía un nudo en la garganta. Estaba con ellos y sin
embargo estaba solo. Cuando llegaba el momento de
exponer mis escrúpulos, ellos me decían que había que
pensar en lo que estaba en juego y me daban razones a
veces impresionantes, para hacerme tragar lo que no
llegaba a deglutir. Pero yo les contestaba que los grandes
apestados, los que se ponen hábitos rojos, también tienen
excelentes razones en estos casos y que si yo admitía las
razones de fuerza mayor y las necesidades invocadas por
los pequeños apestados, no podría rechazar la de los
mayores. Me resaltaban que la buena manera de dar la
razón a los hábitos rojos era la de dejarles la exclusividad
de la condena. Pero yo me decía entonces que si se cedía
una vez, no había razón para parar. Me parece que la
historia me dio la razón, hoy es a quien matará más. Todos
están en el furor del crimen, y no pueden hacer otra cosa.
“Mi asunto, en todo caso, no era el razonamiento. Era el
búho rojo, esta sucia aventura donde sucias bocas apestadas
anunciaban a un hombre encadenado que iba a morir y
arreglaban todas las cosas para que muriese, en efecto,
después de noches y noches de agonía durante las cuales
esperaba ser asesinado con los ojos abiertos. Mi asunto era
el agujero en el pecho. Y me decía que esperando, al menos
por mi parte, rechazaría dar una sola razón, una sola, usted
me entiende, a esta repugnante carnicería. Si, he elegido
esta ceguera obstinada esperando poder ver con más
claridad.
“Desde entonces no he cambiado. Hace ya mucho tiempo
que tengo vergüenza, vergüenza total de haber sido, sea de
lejos, sea de cerca, un criminal a mi vez. Con el tiempo
simplemente me he dado cuenta que incluso los que eran
mejores que los otros no podían impedir hoy en día matar o
dejar matar porque no era lógico donde ellos vivían y que
nosotros no podíamos hacer ningún gesto en este mundo
sin arriesgarnos a matar. Si, he continuado teniendo
vergüenza, he sabido que todos estábamos apestados y he
perdido la paz. Aún la busco hoy en día intentando
comprender a todos y de no ser un mortal enemigo de
nadie. Se solamente que hay que hacer lo que haga falta
para no ser un apestado y que solo es eso lo que nos puede
hacer esperar la paz, o una buena muerte, en su lugar. Solo
es eso lo que puede aliviar a los hombres y, sino salvarles,
por lo menos hacerles el menor mal posible e incluso algo
de bien. Y es por lo que he decidido rehusar todo lo que,
de lejos o de cerca, por buenas o malas razones, hagan
morir o justificar que se haga morir.
“Es por lo que esta epidemia no me ha enseñado nada,
solo que hay que combatirla a vuestro lado. Se a ciencia
cierta (si, Rieux, lo se todo de la vida, ya lo ve) que cada
uno la lleva en si, la peste, porque nadie, no, nadie en el
mundo está indemne. Y que hay que vigilar constantemente
para no ser conducido, en un minuto de distracción, a
respirar en la cara de otro y a contagiarle la infección. Lo
que es natural es el microbio. El resto, la salud, la
integridad, la pureza si usted quiere, es el efecto de una
voluntad y de una voluntad que no debe pararse nunca. El
hombre honesto, el que no infecta a nadie, es el que menos
se distrae. ¡Y hace falta voluntad y tensión para no estar
nunca distraído! Si, Rieux, es verdaderamente fatigoso ser
un apestado. Pero es aun más cansado no querer serlo. Es
por eso que todo el mundo está cansado, porque todo el
mundo, hoy, se encuentra un poco apestado. Pero es por
eso que algunos que quieren dejar de serlo, experimental
una fatiga tal, de la que solo se libraran con la muerte.
“Desde entonces se que yo no valgo nada para este
mundo, y que a partir del momento en que he renunciado
a matar, me he condenado a un definitivo exilio. Son los
demás, los que harán historia. Se que no puedo
aparentemente juzgarles. Hay una cualidad que me falta
para ser un asesino razonable. No es una superioridad. Pero
ahora consiento en ser lo que soy, he aprendido a ser
modesto. Cuento solamente lo que hay en esta tierra de
plagas y de víctimas y que hace falta, mientras sea posible,
rechazar estar con la epidemia. Esto quizás pueda parecerle
un poco simple, y no se si lo es, pero se que es verdad. He
oído tantos razonamientos que ha faltado poco para
volverme loco, y que han revuelto tantas cabezas para
hacerles consentir el asesinato que he comprendido que
todas las desgracias de los hombres venían por no tener un
lenguaje claro. He tomado partido por hablar y ser claro,
para ponerme en el buen camino. Por consecuente, digo
que hay epidemias y víctimas, y nada más. Si diciendo esto
yo mismo me vuelvo plaga, al menos no consiento. Trato
de ser un asesino inconsciente. Ya ve usted que no es una
gran ambición.
“Haría falta, obviamente, que hubiese una tercera
categoría, la de los verdaderos médicos, pero es un hecho
que no se da mucho y que debe de ser difícil. Es por lo que
he decidido ponerme del lado de las víctimas, siempre, para
limitar los estragos. En medio de ellas, puedo al menos
buscar como se llega a la tercera categoría, es decir, a la
paz.
Al acabar, Tarrou, balanceaba su pierna y golpeaba
suavemente la terraza con el pie. Después de un silencio, el
doctor se incorporó un poco y preguntó a Tarrou si tenía
idea del camino que había de tomar para llegar a la paz.

  • Si, la simpatía.

Accidente: Se declara que no hay sobrevivientes


Gobierno anuncia que no hay ningún sobreviviente.
Acorde a informacion preliminar, los pasajeros murieron instantaneamente en el impacto, de acuerdo a CNN Chile.
Fuerza a las familias en estos trágicos momentos, esperando que las labores de búsqueda permitan encontrar todos los restos de sus seres queridos.
Una pena que ademas esto fue en el contexto de una obra solidaria por la reconstrucción.

"Rarezas" de las jornadas de Protestas

SOLO PUEDO DECIR QUE ME PARECE MUY BUENO ESTE ARITCULO DE Alfredo Peña R en Cambio21.cl Articulo completo -> aqui
1: La más obvia y que todos deben haber leido y visto. Un sargento de civil, enbufandado, para no decir encapuchado es descubierto “marchando” por una educación de calidad en Valparaiso. En esa marcha, el sargento era el más entusiasta para atacar la propiedad privada. Cuando es descubiero, arranca donde sus jefes, los que lo mandaron a “espiar”.
2:Un auto estacionado en Nataniel cerca de la Alameda es quemado por los delincuentes encapuchados. El Volkswagen ¡¡no tenía patente!! y estaba embargado por la justicia. Y tiene varias complicaciones como para Continua leyendo “"Rarezas" de las jornadas de Protestas”

10 estrategias de manipulación social a través de los medios ( por Noam Chomsky)

Noam Chomsky elaboró la lista de las “10 Estrategias de Manipulación” a través de los medios. ¿Existirá alguna semejanza con lo que sucede en nuestro país? juzgue usted mismo.
 
1. La estrategia de la distracción.
 
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción, que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. 
 
– La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética.
 
– ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real.
 
– Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales ( cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas )”.
 
2. Crear problemas y después ofrecer soluciones.
 
Este método también es llamado “problema-reacción-solución”.
 
Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar.
 
Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad.
 
O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
 
3. La estrategia de la gradualidad.
 
Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos.
 
Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990:
 
Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad,desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, etc.Tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
 
4. La estrategia de diferir.
 
Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura.
Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato.
Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente.
Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado.
Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
 
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad.
 
La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso,argumentos,personajes y entonación particularmente infantiles,muchas veces próximos a la debilidad,como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental.
Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante.
 
¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad ( ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.
 
6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión.
 
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos.
 
Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos.
 
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.
 
Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas”).
 
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.
 
Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto.
 
9. Reforzar la autoculpabilidad.
 
Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos.
 
Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción.
 
….Y, sin acción, no hay revolución! 
 
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.
 
En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes.
 
Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente.
 
El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo.
 
Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.
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