Patricia Oporto y Luz Herrera, las empleadas del centro vacacional, acusaron haber recibido durante años “sueldos miserables”, mucho menores al mínimo fijado por ley (182 mil pesos en julio de 2011), junto con tener que soportar jornadas extenuantes y sólo un día libre a la semana.
“A mí me pagan 145 mil pesos y no me alcanza con eso. El siempre en televisión dice que su gente es bien pagada, y eso es mentira. Nosotros ganamos un sueldo mínimo, miserable. No nos alcanza para nada. Yo tengo tres hijos y no me alcanza con 145 lucas”, dijo Patricia Oporto.
“Yo llevo ya tres años trabajando acá y el sueldo no lo suben. Siempre es el mismo”, agregó la mujer, cuyas imputaciones fueron refrendadas por su compañera, que lleva nueva años trabajando en el resort y dice percibir un sueldo que no supera los 155 mil pesos líquido.
“Ustedes comprenderán, con 155 mil pesos, ¿qué hace una madre soltera? La otra vez, el año pasado, nosotras quisimos hablar con él aquí en la misa, y él dijo que no hablaba con la gente que le trabajaba, porque nosotras éramos poca cosa para él”, dijo Herrera.
“El siempre se llena la boca diciendo que los trabajadores de él son los que gana mejor sueldo, y eso no es así”, insistió la mujer, que asegura que mucamas y personal doméstico se encuentra en la misma situación que las lavanderas.
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